jueves, 30 de junio de 2016

Blink 182 California - Reseña



La primera impresión de lo que sería el disco vino de mano del adelanto Bored to Death: Baterías potentes, un bajo constante, guitarras que van desde los tranquilos arpegios cristalinos hasta los pasajes atronadores, voces que cantan melodías pegadizas. En eso se resume el disco.

Pulsas el boton play abre Cynical: La voz de Mark y el bajo suenan reposados por algunos compases hasta que  una estampida punk rock se apodera de tus oídos, suena la típica batería tupatupá-tupatupá, las guitarras potentes del punk moderno y  las voces del reemplazo de Tom: Matt Skiba.

Bored to Death: Es la batería de Travis destrozando el silencio con un ritmo cuadrado y complejo bajo un arpegio que podría recordar por momentos a las guitarras limpias de Adam’s Song. Tiene unos versos condenadamente pegadizos y un coro hipnótico. Tengo curiosidad por saber cómo Tim resolverá los pasajes arpegiados en directo. Los oh oh ooh del final podrían recordar los experimentos de Tom en AvA. A partir del los 02:41 suena un crescendo de cuerdas, un build up, y es un guiño directo a All The Small Things.

Cuando has escuchado todos los discos de blink te das cuenta que en este hay pequeños homenajes a trabajos pasados. La dinámica de la sección que abre She’s Out Her Mind recuerda a Mutt pero te olvidas de eso en el instante en que entran las voces. Destaca la forma en que Mark y Matt se intercambian los versos.

Los Angeles con su introducción “caótica” de inmediato te transporta a una nueva dimensión: no es nada que haya escuchado antes en Blink 182 me sorprendí diciendo. Suenan a un rock denso, lleno de efectos, oscuro por instantes. Travis crea texturas rítmicas con su batería.

Si hay algo que tiene este disco es que suena enorme, como muestra de eso está Sober. Como si los +44 hubieran colisionado con los Blink de la época del Enema of State.   

Built This Pool además de un chiste es el ringtone perfecto, 16 segundos y nada más que decir hasta que empieza: No Future en los versos es la batería la que destaca con un juego hermoso de platillos, el coro y la sección a capella de los 02:46 es Blink 182 sonando como Green Day.

Home is Such a Lonely Place: Es una guitarra tranquila haciendo arpegios bonitos Mark y Matt cantando con nostalgia y optimismo. Intentarse sacar el Don’t Wait for Me, Don’t Wait for Me de la cabeza es una tarea pendiente que seguiré postergando. 

Kings of The Weekend: Es como los Blink del Neighborhoods. Algunas progresiones de acordes, ganchos y melodías seguramente de factura Matt Skiba tienen aires a los Greenday del American Idiot. Una canción feliz.     

Y en esa onda de recordar el American Idiot la forma en que Barker comienza a meter ritmo en Teenage Satellite es cuando menos un ademán recordatorio de algunas baterias firmadas por Tree Cool pero hay que estar súper espabiladísimo para advertirlo y aun mas para que no se olvide.   

Este disco está lleno de teclados y efectos, pero el protagonismo es siempre de las guitarras, baterías y voces Left Alone es un claro ejemplo de eso. Coritos con voces “oh oh oooh” y los condimentos en su punto.

Rapidez, pura y dulce rapidez, como la carrera de un conejo eso es Rabbit Hole

San Diego es una canción lenta, una atmosfera introspectiva en estrofas y un coro que suena triunfal, a caminata en una tarde de tiempo perfecto. La sección del puente recuerda al estribillo de Adam’s Song.

En este disco hay canciones cortitas: The Only Thing That Matters es una de ellas, suena como Don’t Leave Me al principio y mucho después también. Un dato: Es una pieza que da la impresión de durar más del minuto cincuenta y algo que marca el reproductor.

Cuando una pieza se llama igual que el disco sabes que es una declaración de principios, un himno. Eso es California. Es como la tercera parte de los Anthem 1 y 2. Clara candidata a ser canción de bises o de cierres de conciertos.  

Brohemian Rapsody es un chiste que cierra un disco muy serio.